Tengo que confesarlo. Durante mucho tiempo no entendí cuál era la euforia de la gente con la época Navideña. Específicamente la obsesión de algunos de pintar la casa y poner todo Navideño, incluso antes de que llegara Acción de Gracias. Claro, un nuevo año siempre trae esperanza y es chévere intercambiar regalos. No es que no me gustara. Pero para mí, durante algunos años, significaba salir tardísimo del trabajo (todas las que trabajan o han trabajado alguna vez en tiendas me entenderán) y aunque las fiestas son divertidísimas, yo iba a fiestas todo el tiempo, así que no era gran diferencia al resto del año. Talvez podía sonar un poco “grinch”… Read more…