Entre fotos, tarjetas de cumpleaños de parte de mis abuelos, recuerdos de viajes con la familia, canciones favoritas, cartas de mis amigos y amigas de la escuela, pasatiempos…se puede decir que mi infancia y adolescencia están resumidas ahí. Y ya que estos tesoros lograron sobrevivir todos estos años, se me ocurrió una idea, ¡hacer mi propia cápsula de tiempo! Si me causó muchísima emoción reencontrarme con estas cosas ahora, ¡imagínate cuando se las muestre a mis futurísimos nietos!
Me entusiasmé tanto con la idea que me puse dramática. Literalmente compré un baúl de tesoros, y manos a la obra, a organizarlo todo. Así que si tienes planificado hacer algo similar, te comparto algunas sugerencias para que la tarea sea más sencilla y ocupes el menor espacio posible:
- Guarda sólo aquellas cosas que te causaron alegría volver a ver.
- Conserva objetos que representen tus gustos y tu personalidad del momento para que tus futuras generaciones tengan una idea de quién eras.
- Organiza las fotos y tarjetas en orden cronológico. Incluso, puedes hacer un “scrapbook” con las fotos, taquillas de conciertos, etc.
- ¡Disfruta el viaje!