Yo no se ustedes, pero yo creo que la vida nos está dando una gran lección. Muchos de nosotros, crecimos y vivimos en un mundo donde todo es fácil de conseguir. Donde trabajas, ganas dinero y puedes comprar lo que necesites. Pero es un mundo donde se nos ha ido olvidando lo básico. Tenemos facilidad de ir a las tiendas a comprar ropa nueva, pero no sabemos coser, o poner un botón a la ropa que tenemos en casa. Podemos comprar alimentos en el supermercado, pero tenemos un patio con espacio sin utilizar, y no sembramos. De repente, sucede algo que está fuera de nuestro control y nos enfrentamos a una nueva realidad. Entonces me doy cuenta de lo mucho que nos falta crecer como seres humanos.
Nos hemos dejado llevar por la corriente y hemos olvidado de donde venimos. Las prioridades han cambiado y hemos dejado atrás aquello que al final es lo que puede salvarnos. De nada sirve tener un closet lleno de ropa, si los alimentos comienzan a escasear. De nada sirve tener una casa de revista, si no tienes lo necesario para sobrevivir una crisis. No es que sea malo tener estas cosas, simplemente se trata de cuales son tus prioridades y como quieres enfrentar las adversidades.
Creo que es una oportunidad maravillosa de detenernos a hacer inventario de aquello que debe ser prioridad. Si las cosas no salen como esperamos, ¿que me hubiese gustado hacer distinto hace unos meses? Hace tiempo vengo pensando estas cosas y trato de planificar lo mejor posible. Pero de pronto me di cuenta que me falta mucho por hacer. Si sucede lo inesperado, ¿Estoy realmente lista? No es cuestión de alarmarnos, pero si de tomar acción.
No podemos dejar que la vida nos siga golpeando con los mismos retos, y no aprender la lección. Las lecciones no aprendidas, se repiten. Es por eso que me propongo aprovechar esta oportunidad, y crecer con ella. Te invito a hacerlo. Poco a poco, podemos lograr grandes cambios. Prepara tu hogar y tu vida de manera que cuando la vida te presente un reto, estés listo para enfrentarlo. Ahorra. Guarda alimentos. Siembra lo que puedas. Si tienes la oportunidad de utilizar energía solar, hazlo. Dale prioridad a la compra de productos locales. En caso de emergencia, ¿prefieres tener cerca los alimentos que consumes, o prefieres esperar a que lleguen desde lejos? Si no auspiciamos lo local, sus negocios no prosperan y no será suficiente.
Para todo hay tiempo, hasta que un día, no hay. Empecemos a tomar decisiones sabias. Eduquémonos más. Que la nueva normalidad sea más ética con el planeta. Busquemos la manera de ser autosuficientes en todo aquello que podamos. Que la próxima situación difícil, no nos encuentre en el mismo lugar que la anterior. Aprendamos y llevemos a la acción todo lo aprendido. Vivamos en armonía con LA TIERRA, que es nuestro hogar. Seamos buenos ciudadanos del mundo. ¡Evolucionemos! Seamos hoy, mejores personas que ayer…