En nuestro caminar, vamos dejando atrás un poco de lo que nos sobra. Y vamos atrayendo un poco más de aquello que nos pertenece. De eso se trata la vida. Dejar ir y volver a nacer un poco cada día. En ocasiones, recoger los pedazos y armarnos de cero. En otras, quitarnos de encima un par de capas, para caminar más ligeros. Y así, vamos construyendo eso que llamamos destino. Esta mágica locura, que no es otra cosa que el resultado de nuestras acciones. De eso que vamos sembrando. De eso que va ocupando nuestros pensamientos. Con sus “sube y baja”. Con sus “ahora o nunca”. 

He ahí la importancia de mantenernos en las vibraciones correctas. No dejes que el “ruido” dicte tu camino. Piensa en lo bonito. En lo que tu corazón anhela. Imagina todo lo que puedes lograr, si sintonizas la frecuencia correcta. Y no apartes de ahí la mirada. Es ahí donde nace todo. En lo más profundo de tu ser. Eso es la vida. Lo importante. Lo absolutamente necesario. Enfócate en lo que deseas lograr; en lo que deseas sentir. Todo pensamiento que no sea coherente con esto, míralo de lejos y déjalo ser. 

No te aferres a aquello que no puedes controlar. Abraza fuerte todo lo que te aporta bienestar. Escucha tu interior; observa tu cuerpo. Ahí están todas las respuestas. Aprende a conocerte bien, pues eres tu quien mejor sabe lo que te conviene. Lo que no te añade, te resta. Escoge bien las cosas con las que llenas tu mente y tu cuerpo. Elige bien tu compañía. Lánzate a lo desconocido, ya que en el camino más andado, no encontrarás algo nuevo. Escribe tu propio guión. Si realmente quieres volar alto, se cuidadoso con las palabras que escuchas, pues muchas veces las palabras cortan alas. 

Sobre todo, se feliz. A tu manera. Muchos creen saber el camino, pero pocos realmente lo encuentran. Haz mucho de aquello que llena tu alma de colores. Eso que hace a tu corazón latir con fuerza. Hazlo porque si. Porque puedes. Porque te lo mereces. Porque si no lo haces tú, lo harán otros. Y tu serás solo el espectador de tus sueños, en lugar de ser el protagonista. No puedo imaginar algo más triste. La vida pasa demasiado rápido como para dejarlo para luego. Hoy es el día más joven del resto de tus días. Ahora es el mejor momento para ser felices para siempre…Tu destino, en gran medida, lo creas tú. 

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