Lo real no tiene fin. Solo se transforma. Nunca perdemos lo que siempre ha sido nuestro. El amor, la amistad o nuestra esencia. Si es real será para siempre. Con el tiempo vemos que muchas cosas cambian. Amores y amigos, vienen y van. Nosotros tambien cambiamos y solo lo real queda. Las partes de nosotros que nos definen, las que son imposibles de negar, esas permanecen.
Cuando la vida te sorprende con un golpe bajo, sabrás con qué amigos y amores contar. Pero lo más importante, sabrás cómo conectar con esa parte de ti que es tan cierta, tan sabia, tan llena de magia, que logrará llevarte de vuelta otra vez, sin importar cuán oscuro se ponga el camino. Son esos rincones de tu ser que no importa que el tiempo pase sin piedad, siguen intactos.
Por eso es tan importante conocernos a nosotros mejor que a todo lo demás en el mundo. Conectar constantemente con tu interior. Darte la importancia que mereces. Cuidarte en todo momento. Tanto o más de lo que cuidamos a aquellos a quienes amamos. No tengas miedo jamás de ser quien eres. De mostrarte tal cual. Los verdaderos amigos y los amores reales lo apreciarán. Y lo más importante sabrás encontrar siempre tu luz en esos espacios repletos de brillo que viven en ti y que te ayudan a conectar siempre con aquellos que realmente merecen estar a tu lado. Esa que nunca se apaga, por mucho que se transforme.