La rutina puede ser una de las peores enemigas de la felicidad. Hacer lo mismo día tras día, y no por querer hacerlo, más bien por que las circunstancias te empujan a eso, ¡es fatal! No poder hacer en estos momentos lo que nuestro corazón desea, puede hacer que la vida parezca gris. Saber que a pocas millas de distancia está la magia del mar y no poder tocarlo. Que a dos minutos de casa están las veredas que solía caminar para respirar aire puro, y no poder ir. Mirar el calendario sin saber hasta cuando. ¿Cuándo podré volver a andar entre la gente sin sentir miedo? Sentarme a tomar café en algún lugar bonito…¡No lo sé!

Puedo escoger enfocarme en todo lo que no puedo tener ahora, y ¡claro que lo he hecho! Me he lamentado más de una vez por cada plan que se ha quedado en suspenso; por cada lugar que se me quedó para luego. Pero también cada día me enfoco en lo que tengo hoy. No puedo ir a andar lejos, pero salgo al patio a sentir el sol y la brisa en mi piel. No puedo viajar el mundo, pero puedo soñar y hacer nuevos planes. Puedo mirar viejas fotos; recordar; secarme las lágrimas; sonreír por lo que he vivido. Todo tiene su tiempo, pero no siempre tengo el control. 

Al igual que yo lleno la piscina del nene y me pongo a soñar que estoy en la playa, he visto tanta gente hacer cosas increíbles en sus espacios. Miro sus fotos en las redes sociales y me encanta la vibra que se transmite al ver a las personas buscando sentirse bien, a pesar de todo lo que estamos viviendo. A veces cuesta, pero si nos esforzamos y sacamos a pasear nuestra creatividad, podemos hacer cosas súper chulas. Crear rinconcitos llenos de magia y música que nos haga volar lejos. Crear platos deliciosos para el deleite de nuestro paladar. Crear…hay tantas cosas que podemos crear.

El sol, la luna y las estrellas siguen en el mismo lugar. El cielo de primavera nos regala música y espectáculos inigualables. Hoy más que nunca nos toca buscar color en nuestro pequeño espacio. Nos toca ser luz si los días son grises. Hoy nos toca buscar en nuestro interior la magia que muchas veces buscamos en otras partes. Nos toca mirarnos fijamente y entender que depende de nosotros salir de esta. Que mi felicidad depende de mí y que cada pequeña acción puede hacer que mi día tome un rumbo distinto. Simplemente, si la vida hoy te parece gris, haz lo que tengas que hacer…¡pero añádele color! ✨

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