Estamos acostumbrados a vivir tan de prisa que a veces olvidamos la importancia de dedicarle un poco de atención a los que nos rodean. Talvez simplemente no nos detenemos a pensar en la diferencia que un par de palabras, o un gesto, puede hacer en el día de alguien.
Nos equivocamos al pensar que para lograr grandes cosas necesitamos mucho dinero y tiempo. La realidad es que podemos hacer demasiado tan solo siendo más generosas. Existen tantas maneras de serlo, que cuestan muy poco, pero su valor es incalculable.
Te invito a ser generosa con palabras amables; generosa en tiempo; generosa al escuchar; generosa en cumplidos sinceros; generosa en sonrisas…
Al final del día, todo lo que ofrezcas trabajará a tu favor. A las personas les encanta rodearse de aquellos que les proporcionan sensación de bienestar. Por lo tanto, esta costumbre te ayudará a crear mejores relaciones. Al ser generosa automáticamente te sentirás mejor contigo, y como recompensa adicional, seguramente recibirás montones de palabras positivas y buenas actitudes.
¿Qué mejor manera de ayudar a crear un entorno con mejor autoestima y más feliz. Un mundo que fluya mejor?
¡Haz la prueba! Si no sabes por dónde comenzar, es bien sencillo. Si te gusta lo que ves, hazlo saber 😉