Esa que nos acompaña siempre, pero no nos lleva a ningún lado. La que nos roba momentos con los que amamos. La que nos llena el alma de mal humor y cansancio.
Prisa por llegar al trabajo. Prisa por que llegue el viernes. Prisa para que llegue el momento de dormir a los nenes. Prisa por que estén más grandes e independientes. Prisa por graduarnos. Prisa por cumplir las metas.
Y mientras tanto… Atrás vamos dejando minutos; horas; días; una vida que no vuelve. Vamos mirando el tiempo pasar como una sombra. Lo vemos a lo lejos, casi ajeno. Confirmando que lo que no se disfruta, no se vive. ¿A cambio de qué? ¿De no llegar unos minutos tarde al trabajo? ¿De no perdernos unos minutos de la serie o la película? No vale la pena sacrificar tanto, por tan poco.
Ese tiempo que mañana desearemos con todo nuestro corazón recuperar, no vuelve. Los niños crecen, los amigos cambian y los abuelos mueren. Al final, cuánto habremos perdido por andar con prisa. Abre los ojos ahora y saborea la vida. No sea que cuando los abras mañana, la vida se te haya ido con prisa…
Pausa. Respira. Disfruta. Vive… Que la vida es una y es HOY.
*Dedicado a todos los que aún estamos a tiempo para vivirla…con calma?