Enamórate de ti. De tus ganas. De tu fuerza. De tus miedos. De la manera única que tienes de decir las cosas. Enamórate de tus gustos. De tu magia. Enamórate de tus recuerdos; de tu historia. Enamórate de tus planes; de tus sueños.
Enamórate de la vida. De las mañanas claras y de las tardes oscuras. Enamórate de tu taza de café y de los libros que la acompañan. Enamórate del viento. Enamórate del sol, de la luna y de cada estrella. Enamórate del agua salada y también de la lluvia.
Enamórate del mundo y sus rincones. Enamórate del placer de conocer otros puertos. Enamórate de la gente y de su esencia. Enamórate del sonido de las palabras en lenguas extrañas. Enamórate de la buena comida en un lugar lejano. Enamórate y llévate contigo un poco de lo que te ha enamorado.
Enamórate siempre. Enamórate de cosas nuevas; de cosas que jamás imaginaste. Enamórate de las canciones buenas y de las conversaciones profundas. Enamórate, y vuélvete a enamorar mil veces de todo aquello que valga la pena.