¿Conoces personas que siempre están esperando que las cosas buenas caigan del cielo? ¿Que todas las respuestas que necesitan, ocurran como por arte de magia? ¿Eres tú este tipo de persona y no te habías dado cuenta? Piensa con honestidad si en ocasiones pecas de poner sobre hombros ajenos tus cargas y luego te enojas cuando las cosas no salen bien. No, cariño. Así no funciona la vida. Por lo menos no la “vida buena”; esa que queremos vivir.
Tienes que armarte de valor y hacerte responsable de tus decisiones. Nadie te la está poniendo a ti más difícil que a los demás. Tenemos que hacer que los años vividos valgan la pena, o mejor, que valgan la alegría. Que las experiencias nos sirvan de educación. Que cada tropezón nos acerque a la victoria.
Pero si decides caminar arrastrando los pies, como si el mundo tuviera la obligación de hacerse más sencillo solo para que puedas transitarlo con fluidez, te aviso que estás perdiendo el tiempo. Ese ritmo solo te llevará a caminar mas lento cada día. A estar más lejos de tus sueños. Mientras tu decides caminar encorvada y sin ánimo, alguien más hará lo que tu no estás haciendo. Alguien logrará cosas increíbles mientras tú te fijas en pequeñeces. Alguien se adueñará de lo que te consideras merecedora, pero por lo cual eres incapaz de esforzarte y dejar tus miedos a un lado.
Cuándo esperas de los demás lo que te toca hacer a ti, aunque obtengas algo, serán solo migajas en comparación con lo que puedes obtener si trabajas por lograrlo. No pretendas jamás obtener buenos resultados en ningún aspecto de tu vida, si no tienes la capacidad de responsabilizarte de tus acciones. Si no te levantas en las mañanas con deseos de comerte el mundo; de ser un poco mejor que ayer. Elevando tus pensamientos a niveles de éxito y felicidad.
Definitivamente con lamentos no se consigue mucho. Decide hoy hacer un cambio y re programa tu mente para obtener grandes cosas. Si piensas pequeñito, muy poco tendrás. Piensa en grande, mucho mas grande que tu. Evita culpar a otros de las cosas que no salen bien. No esperes respuestas en bandejas de plata. No esperes amor, si no te sabes amar. No esperes dinero, si no te gusta trabajar. Solo tú eres responsable de lo que ocurre en tu vida. Si no estás en donde desearías estar, busca la manera de encaminarte, sin “peros” ni excusas. Puedes lograr todo, absolutamente todo lo que te propongas. Solo necesitas poner la mejor parte de ti a trabajar por ello. Grandes cosas esperan para aquellos que no se conforman con lo fácil. Para los que no paran de soñar y confían en su potencial para materializar sus deseos.
Decide hoy convertirte en tu mejor aliada y no en tu peor enemiga. No permitas que pensamientos de derrota te alejen de tus propósitos. Obsérvalos de lejos, reconócelos y déjalos ir. Elimínalos poco a poco de tu mente. Reemplázalos con pensamientos de amor y compasión hacia ti. Perdónate por las veces que fallaste y decide comenzar hoy una vez más. Se vale hacerlo las veces que necesites. Acepta tus virtudes con gracia y no te castigues por tus defectos. Abrázalos y trabaja para ser mejor. Te aseguro que cosas buenas comenzarán a ocurrir una vez entiendas que solo tú tienes el control de tu vida.