Asegúrate de ser tu prioridad. Como ves, la vida es frágil. Que tus proyectos no se queden para luego. No sabemos cuando tendremos que pausar y desearemos haber comenzado antes. Que no se queden abrazos sin dar y palabras sin decir, ya que no  sabemos si más tarde habrá oportunidad. Que no se queden lugares sin visitar, pues no sabemos si mañana estarán allí para ti. 


Que tu vida no esté hecha solo de sueños. Es hora de caminar. El día de hoy es todo lo que tenemos. La vida cambia en un segundo y muchas veces no depende de nosotros. Camina, por si el futuro llega, te sorprenda con tu recompensa. Y si no llega, asegúrate de irte con el corazón repleto y mucho camino andado. Al fin y al cabo, lo que importa no siempre es el destino. El valor de lo que tenemos ahora es lo que realmente cuenta, pues es lo único que existe. 

Cuando todo pase, ve a la playa más y también al campo. Pero desde hoy, disfruta de los pequeños detalles. Escucha el silencio y fluye. Vive con menos prisa. Se más compasivo, pues el mundo está lleno de sobrevivientes. No te limites a tolerar o aceptar a los demás con sus diferencias. Mejor ámalos y disfruta de lo que los hace únicos. Saca tiempo para reevaluar tu relación con la Madre Tierra. Estamos aquí de visita. ¿Estás siendo un buen huésped? Ama y respeta cada forma de vida como lo que es: ¡UN GRAN MILAGRO!  Vive. Ama. Permite a los demás vivir… Seamos más grandes que ayer y un poco menos que mañana. Que lo que estamos viviendo nos sirva de trampolín, no de excusa.

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