Ahora creo entenderlo mejor. En estos años donde ya los “part time” en las tiendas y los “parties” todos los fines de semana son cosa del pasado; cuando la vida es más complicada y no vez a los tuyos tan seguido como quisieras, la Navidad toma un nuevo significado. Sí, es súper emocionante buscar ideas para decorar la casa con cuanta cosa bonita encuentro. Comprar velas con olores Navideños, copas y cojines especiales para la ocasión, me llena de mucha emoción. Planificar una fiesta en casa con la gente que realmente importa, y ser la mejor anfitriona para ellos, es tan emocionante como abrir los regalos que aparecen como por arte de magia debajo de un árbol decorado con cientos de lucecitas de color.
La verdad, ahora me encanta todo lo relacionado a esta época. Desde comprar las pascuas y el outfit del perro, hasta tomar coquito con la familia. Y aunque me sigue gustando el verano y su sol hasta entrada la noche, creo que finalmente entiendo cuál es la obsesión de algunas personas con esta época. Para muchos, es la ocasión perfecta para estar todos juntos y (aunque suene clichoso) demostrar a sus seres queridos que realmente es mejor dar que recibir. Aunque es algo que debemos hacer todo el año, la Navidad tiene ese aire especial que nos hace querer compartir con aquellos que amamos.
Y para terminar con las confesiones, aunque aún me niego a poner un adorno Navideño fuera de fecha (sigo pensando que Halloween NO es en Navidad), la verdad no puedo esperar a que pase Acción de Gracias para darle la bienvenida a las Navidades en mi casa. También quiero pintar la casa, preparar galletas, poner bombillas…. y celebrar en grande. En fin, ¡creo que el espíritu Navideño finalmente se apodero de mí! ¡Qué bien se siente! Tú, ¿ya decoraste tu casa o estás resistiendo la tentación por un par de semanas más igual que yo?